ECATEPEC, Méx.-26 DE NOVIEMBRE DE 2016.- Mayra recorre las calles de Ecatepec a bordo de una bicicleta para entregar diariamente más de 600 sobres de correspondencia, al ser empleada de la empresa Correos de México, donde desempeña el oficio de cartera, labor que realiza desde hace 11 años, tiempo en el que ha sido víctima de dos asaltos y mordida por un perro.
Madre de una pequeña de tan solo cinco años de edad y actualmente casada, Mayra Cruz Ponce informó que dejó el empleo que tenía como maestra en una guardería ya que percibía un bajo salario que solo le alcanzaba para pasajes y comida, ya que tenía que trasladarse desde este municipio hasta el aeropuerto, donde se encontraba su lugar de trabajo en el que no contaba con ninguna prestación.
Aunque concluyó sus estudios en la carrera de técnica en Puericultura, comentó que decidió ingresar su solicitud a la dependencia que antes era conocida como Servicio Postal Mexicano, hoy “Mex Post-Correos de México”, y al presentar sus exámenes fue aceptada en el puesto como cartera.
Con su chaleco puesto que le proporciona la empresa, cuyas oficinas están ubicadas en la Vía Morelos, en la colonia Santa Clara Coatitla, y una gorra para cubrirse el rostro de los rayos del sol, Mayra, de 31 años de edad, relató que cuando comenzó a trabajar como mensajera, terminaba su jornada laboral agotada físicamente debido a que tenía que manejar una bicicleta durante ocho horas diarias y al no estar acostumbrada hacer ejercicio sus dolencias eran muchas.
Sonriendo recordó que los primeros meses de trabajo fue atacada y mordida en una de sus piernas por un perro, en la calle Colima, en la colonia Granjas Valle de Guadalupe, una de las tres comunidades que le designaron sus superiores para entregar la correspondencia.
Pero poco a poco aseguró que le ha ido perdiendo el miedo a los caninos que abundan en las calles de la zona que le corresponde, aunque en algunas arterias tiene que tocar su silbato desde otras aceras para que los vecinos salgan por sus paquetes al observar a los perros a las afueras de las viviendas y así evitar nuevamente ser atacada, ya que han intentado lanzarse sobre ella.
La trabajadora de Correos de México, explicó que fue en el año 2008, cuando unos sujetos la despojaron de su bicicleta llevándose también la paquetería que tenía que entregar, acción que dijo se repitió en 2010, y en ambos casos realizó las denuncias ante el Ministerio Publico de San Agustín, esto para comprobar ante sus altos mandos que fue víctima del robo.
“Ahora creo que como ya tengo tiempo trabajando en este oficio y muchos ya me conocen, ya no he sufrido asaltos, y que bueno porque cuando me quedé sin bicicleta, mientras me reponían la unidad, tenía que hacer mis entregas a pie, y era mucho más cansado hacerlo, ya que no podía pagar pasajes para trasladarme de un lugar a otro, porque el salario no es muy alto y no me permitían que realizará la entrega en otra bicicleta que no fuera de la empresa”.
Cruz Ponce dio a conocer que de los 60 carteros que hay en su zona, solo cinco son mujeres, cuyo horario es de 8:00 a 16:30 horas, de lunes a viernes, y sábados de 9:00 a 12:00, quienes diariamente llegan a checar su entrada, efectúan la separación de correspondencia por calles y colonias para iniciar la labor del día y así no les sea complicada la ruta.
Platicó que desgraciadamente desde ya hace varios meses, debido a las altas tecnologías, como son correos electrónicos y redes sociales, o la existencia de diversos negocios dedicados también a la paquetería y mensajería de entrega inmediata, ya no reciben cartas como la hacían en años pasados.
Por lo que ahora entrega diariamente en tres colonias más de 600 sobres, de las empresas Telmex, Comisión Federal de Electricidad, Sky, estados de cuentas de HSBC y Banamex, así como como algunos paquetes que son enviados de diferentes estados de la república y de otros países.
“Aunque hay veces que envían correspondencia que al no contar con domicilio correcto, o que algunas personas ya no viven en el lugar a donde mandan, ya sea paquetes o sobres, no los puedo entregar, me los devuelven y en la oficina postal se encargan de enviarlos de vuelta a sus remitentes, explicando el motivo al reverso del documento o paquete, del porque no fue entregado”.
Mayra, quien no cuenta con casa propia, vive con su esposo que desempeña el oficio de herrero, en la vivienda de sus padres, originarios del estado de Oaxaca, ubicada en la colonia Ciudad Oriente, cerca de la Nueva Aragón, recalcó que disfruta mucho de la labor que realiza debido a que ha conocido a la mayoría de los vecinos, quienes ya le tienen aprecio.
Sin embargo, por el trabajo, insistió en que su pequeña de cinco años que cursa el preescolar queda al cuidado de su madre e inclusive tiene que pagar transporte escolar para que la trasladen hasta su plantel, debido a que ella no tiene tiempo de llevarla.
Finalmente expresó que aunque el trabajo de carteros siempre lo habían realizado hombres, hoy ella se siente orgullosa al ser una de las cinco mensajeras que existen en su zona, y aunque al inicio le costó adaptarse, hoy que ya conoce bien las calles domina el manejo de la bicicleta, misma que ha tenido que llevar a parchar tras ponchársele alguna de las llantas, pero ni la lluvia, ni el frío o sol le impiden realizar la entrega de mensajería.