ECATEPEC, Méx.- Un ex ministerial  preso en Chiconautla se apoderó del control de un módulo de la cárcel, protegido por custodios, para agredir y lesionar a internos que se nieguen a pagar cuotas impuestas a su ley.

Debido a que la directora del reclusorio ha hecho caso omiso a tantos actos de corrupción y extorsiones que existen en la cárcel, donde cada semana hay presos heridos por negarse a pagar cuotas impuestas por quienes han tomado el control al interior, sin que nadie les ponga un alto, familiares de internos denunciaron los hechos.

Raúl Castillo, apodado «El Negro», es acusado de tomar el control del módulo 8, y junto con su mano derecha Luis Ángel García, alias «El Cabezas», ha sembrado el miedo al interior; estos protegidos por el comandante Pancho, quien es conocido por ser hermano de un hombre apodado «El Diablo».

Estos delincuentes que cuentan con privilegios y  lujos como pantallas de plasma, telefonía celular dentro de sus celdas, marcadas con los números 704 y 703, simulan peleas para así poder apuñalar a los internos que no paguen el derecho de piso y no acaten sus órdenes.

Se sabe que tienen que pagar semanalmente de 800 a  mil 200 pesos por celda, además del cobro de lista para recibir visitas por el cual tienen que dar $10, a esto dijeron se suma, la cantidad por visita conyugal y el cobro por realizar llamadas telefónicas.

Varias personas, de las que se reservan identidades, también dieron a conocer que estos mismos reclusos han evitado que Derechos Humanos intervenga para defenderlos, mencionaron que cuando se realizan las visitas todos los presos son amenazados para que nadie pueda denunciar lo que ocurre al interior de ese módulo: donde hay de todo tipo de delincuentes e inclusive ex servidores públicos.

Aunado a eso, también señalan que»El Negro» , quien está preso por homicidios, y Pancho el jefe de custodios de ese módulo, están coludidos para poder ingresar armas blancas y los estupefacientes, de los que»El Cabezas» se encarga de comercializar al interior.

El negocio es fructífero con los pagos, por la fuerza, de los seiscientos presos que se encuentran en el módulo número 8.

Inclusive, señalan que también les han exigido una cuota por el mantenimiento que se está efectuando en las celdas, cuya inversión, se dice, es por parte del gobierno.

Estos actos de extorsiones se han vuelto el pan de cada día en el Centro de Readaptación Social, en donde varios internos que no acatan órdenes o se niegan a pagar han muerto a manos de grupos de reos que son enviados a simular riñas para cumplir con la encomienda.

Los propios presos inconformes han tratado de enviar cartas al gobernador del estado de México para pedir que se ponga un orden dentro del penal, el cual tiene sobre población y en el que continúa la delincuencia, crímenes, venta de drogas, extorsiones; mientras la titular de esa cárcel tiene conocimiento de lo que pasa y no interviene para la  solución a tantas anomalías que existen.