ECATEPEC, Méx.- 28 DE JULIO DE 2017.- Una joven madre de familia pide justicia a más de un mes de denunciar a un policía estatal por el delito de abuso sexual en contra de su hija de tan solo 13 años de edad, ocurrido al interior de su casa, en la colonia Parque Residencial Coacalco.
Laura Viviana Gutiérrez Montaño, entrevistada a las afueras del Centro de Justicia para Mujeres, en este municipio, dio a conocer que la pareja sentimental de su madre, de nombre Antonio Martínez Guzmán, policía activo de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana, el pasado 26 de mayo, cerca de las 18:00 horas, mientras ella no se encontraba en su casa ubicada en calle Jilgueros, de la comunidad de Parque Residencial Coacalco, aprovechó para manosear las partes íntimas de su hija que acaba de culminar el primer año del nivel secundaria.
«Mí madre, quien se llama Elvira, que vive en el poblado de Guadalupe Victoria y quien tiene cuatro años de relación con ese tipo, me pidió permiso para que ella fuera a mi casa a darle de comer al oficial Antonio, pero el día que sucedieron los hechos, a pesar de que sabía que yo no estaba, ella lo dejó solo con mis dos hijas menores de edad, porque se había ido al seguro y ahora también está molesta conmigo y se ha dedicado a hablar mal de su propia nieta, solo por defender al policía», relató Laura.
Indicó que mientras ella se encontraba recogiendo a su hijo de diez años de la escuela, su pequeña de nombre Cintya le marcó por el teléfono celular llorando, por lo que se apresuró para regresar a su hogar y le platicó lo que había pasado.
«Asustada llorando me dijo que le manoseó le había tocado sus pechos y sus glúteos, y que la había amenazado para que no dijera nada, porque de hacerlo, nos haría daño a nosotros», comentó llorando Laura.
Ante las amenazas por parte del elemento de la CES para que no procediera a denunciar y que mintiera sobre los hechos, Laura dijo que tuvo que cambiarse de domicilio a otra colonia en el mismo municipio.
«El culpable, Antonio, me quiso intimidar, me dijo que cuánto dinero quería para decir que mi hija estaba mintiendo», reveló Laura.
Explicó que su pequeña, en ese momento, por miedo, se negó a ir con ella a denunciar, pero al enterarse que su madre y abuela de la víctima estaban dispersando calumnias contra la niña, diciendo que era una cualquiera, tuvo que convencerla para proceder a demandar.
«Me presenté en el MP de San Cristóbal, pero me mandaron a Coacalco porque ahí fue donde sucedieron los hechos, por lo que la denuncia contra el hombre de entre 40 a 45 años de edad, adscrito a la Base de Operaciones Mixtas, quedó registrada, con el número de NUC: ECA/ECA/COA/027/126821/17/06, por el delito de abuso sexual, porque únicamente fueron tocamientos.
Laura, quien nunca ha recibido el apoyo de su madre porque no se hizo cargo de ellos, al separarse de su padre, platicó que estuvo casada y vivió en Estados Unidos con un sujeto con el que procreó sus tres primeros hijos y al que abandonó tras los diversos maltratos físicos que sufría, y ahora tiene una actual pareja, con la que vive, tiene un pequeño y a quien su madre pretende culpar de los hechos para salvar a su novio.
«Hoy, mi madre Laura está muy molesta conmigo, por haber denunciado a su pareja, y en vez de apoyarme, es como si me hubiera declarado la guerra, ahora dice que demostrará que lo que dice mi hija es mentira y solo por defenderlo, nunca nos ha querido y ahora menos con esto que pasó y me siento triste, porque me ha mandado audios para decirme, que mi hija es una mentirosa y que limpiara el nombre del sujeto e inclusive quiere culpar a mi esposo de eso, cuando el único responsable es el estatal y aunque lo niegue mi hija ya lo acusó directamente ante las autoridades correspondientes», narró la madre desesperada.
A pesar de todas las dificultades que ya tiene con su madre, quien se negó a recibirla en su casa cuando regresó de Estados Unidos tras separarse, misma que que tuvo que ser apoyada por su padre quien tenía su vivienda en la colonia Tetixtlac, en Coacalco, y que falleció hace cuatro años, Laura recalcó que seguirá su lucha para exigir se haga justicia.
Frente a las oficinas del AMPEVIS, ubicadas en San Cristóbal, aunque teme a las represalias, hace un llamado a las autoridades para que tomen cartas en el asunto y el policía estatal de nombre Antonio Martínez Guzmán pague por lo que hizo, porque teme pueda hacer lo mismo con otras pequeñas.