La mujer fue escuchada por una asociación y no por la autoridad.

ECATEPEC, Méx.- 19 DE ENERO  DE 2016.- Reyna Hernández Hernández  se salvó de morir envenenada por su propio  esposo, quien además la golpeaba y violaba,  pero escapó al saber que iba ser detenido.

La mujer de 49 años de edad, que dijo ser indígena nativa de un pueblo de la Sierra en el estado de Veracruz, explicó que fue el 7 de junio del año 2013, cuando su marido la obligó a  que se tomará unas pastillas con la finalidad de que se muriera, después de haberla maltratado físicamente.

Ante esta situación, la madre de cuatro hijos, con domicilio en la colonia Solidaridad 90, fue llevada al hospital de Las Américas, donde afortunadamente le salvaron la vida, y que su esposo Francisco Rodríguez Rodríguez, al saber que sería detenido por las autoridades por ser el responsable, emprendió la huida y hasta la fecha no se sabe de su paradero.

Indicó Reyna que durante los 32 años que duró viviendo con el papá de sus hijos, sufrió maltrato verbal, físico, así cómo abuso sexual, y que por lo menos una vez a la semana era golpeada y que aunque se presentaba a denunciarlo en el centro de justicia nunca la tomaron en cuenta, e incluso aseguró que se presentaron al DIF  donde  según les darían terapias psicológicas que nunca se llevaron a cabo, porque su marido Francisco, aseguró, dio dinero para que no se llevarán a cabo.

“He sufrido mucho porque el mayor de mis hijos se fue de la casa a la edad de 12 años, debido a que Francisco lo golpeó y casi lo mata, y él se refugió en el alcohol; hoy debido a esos golpes enfrenta problemas de memoria y ahora está en un centro de rehabilitación juvenil para salir de ese vicio”, relató con tristeza Reyna.

Explicó que sufre al atravesar por problemas económicos debido a que tiene que mantener y comprar medicamentos muy caros para su hija Olga, de 29 años de edad, quien padece discapacidad por retraso mental global, quien también tiene la mandíbula desviada desde que su padre le pegó.

Recordó que en el hospital donde estuvo internada no le levantaron ninguna denuncia a pesar de que ella comentó a los doctores lo que le había pasado y que fue gracias al apoyo de Carmen Zamora, líder de la organización defensora de los derechos de las mujeres, que le hicieron caso y así inicio su demanda en el Ministerio Público de San Agustín.

“También estuve hospitalizada porque me golpeó hasta explotarme el apéndice, además de que fui violada varias veces por él, porque después del primer embarazo ya no quería tener hijos pero él me sometía y abusaba de mí, y fue así como nacieron mis otros tres hijos”, dio a conocer Reyna.

La mujer, debido a tantos problemas,  también padece de diabetes,  y aún enferma  se dedica a vender pan molido, ya que por cuidar a su hija enferma no tiene tiempo de buscar un empleo estable y con prestaciones.

Aunado a esto ahora teme perder su hogar, ya que se rumora que insistió en que los predios de su comunidad fueron vendidos bajo un fraude.

Hoy Reyna exige a las autoridades, quienes se han olvidado de su caso, agilicen las investigaciones para  dar con el responsable  de intentar asesinarla  y que pague por todo el daño que le causó a ella y a sus hijos a quienes recalcó que les destruyó la vida a base de golpes y malos tratos.