ECATEPEC, Méx.- 29 DE ENERO DE 2019.- Un feminicida sigue prófugo de la justicia desde hace dos años, después de que asesinó a su pareja, a su hijastra, así como a un vecino en la colonia Rinconada de Aragón, el 16 de enero del año 2017.
Gabriel Mendoza Huerta, quien se desempeñaba como guardia de seguridad privada del Sistema de Transporte Metro de la Ciudad de México, perteneciente a la empresa “Grupo Halcón”, llegó a su casa marcada con la manzana 16, lote 90-A, en avenidas Las Águilas, la mañana de ese 16 de enero de 2017, y luego de una discusión con su pareja, María del Rosario Villanueva Pérez, de alrededor de 39 años, enloqueció, la golpeó, después sacó un arma y le disparó.
Su hijastra, Jessica García Villanueva, de 19 años, quien intentó intervenir en el pleito para defender a su madre, también fue atacada por el hombre que sin clemencia detonó su arma contra ella.
El feminicida iba de salida de la propiedad cuando vio a su vecino de nombre Manuel Rodríguez, que vivía en la calle Quetzal, quien llegaba a defender a las mujeres y antes de escapar lo mató de un balazo en la cabeza.
El criminal, que tenía tan solo cinco meses de vivir con María del Rosario, arrancó a toda velocidad a bordo de su auto Focus, color dorado, con placas de circulación MHU-1223, del Estado de México, vehículo en el que logró darse a la fuga y que extrañamente fue encontrado abandonado cuatro días después de los hechos en el municipio de Acolman.
Solo hubo un sobreviviente quien se encontraba trabajando y al ser notificado llegó a su hogar a donde se encontró con la devastadora noticia de que su madre y su hermana habían sido asesinadas por el hombre al que su mamá ayudó.
Los hechos del triple homicidio quedaron registrados con la carpeta con número de NUC: TLA/TLA/FHM/034/010441/17/01, caso al que las autoridades no le tomaron mucha importancia para investigar desde su inicio y que dio tiempo a que el criminal pudiera esconderse para no ser encontrado.
Se supo que Gabriel, el feminicida, había huido al estado de Hidalgo, lugar donde tenía familiares que lo habían apoyado a esconderse, sin embargo, las autoridades no investigaron porque el Agente de Investigación que estaba a cargo del caso siempre minimizó al hijo de la occisa y único sobreviviente por no contar con recursos económicos, y quien tuvo que dejar su trabajo, así como cambiar de domicilio por seguridad.
Un año después, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México ofreció una recompensa de 500 mil pesos para quien proporcionara datos de Gabriel Mendoza Huerta, quien destrozó dos hogares al matar a dos inocentes mujeres, así como uno de los colonos que en el momento fue buscado por sobrinos de la occisa que le solicitaron ayuda al comenzar el pleito que había en esa casa donde se cometieron los tres crímenes.
Han pasado dos años y las autoridades aún no tienen ninguna pista sobre el paradero del monstruo que enloqueció y cometió el triple asesinato que conmovió a vecinos de esa colonia y cuyos familiares de las víctimas siguen esperando a que sea detenido para que se haga justicia.