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CHALCO, Méx.- 23 DE MARZO DE 2016.- Habitantes de la comunidad de San Martín Cuautlalpan, por medio de tradiciones y encuentros populares, pretenden hacer frente al incremento de la delincuencia que ha minado al pueblo en los últimos dos años.
Más de 60 bailarines, todos ellos hombres, que participaron durante los días previos a los días santos, salieron a las calles de San Martín y recorrieron los 11 barrios que conforman la delegación con un sello muy particular, vestidos con atuendos femeninos de pies a cabeza.
La denominada “Viejada”, como le han llamado desde el año de 1962, y con 54 años ininterrumpidos de llevarla a cabo, en los días previos al jueves y viernes santos, como una fiesta y tradición donde dan rienda suelta a todos sus pecados y que utilizan a la vez para limpiar los mismos.
El motivo de ser un baile exclusivo de hombres vestidos de mujer, es para mofarse de la época donde en México, y en especial en las zonas de las haciendas lecheras y pulqueras, en esos lugares donde existió la aristocracia mexicana influenciada por los franceses, se realizaron bailes donde solo participaba el género femenino.
“Hoy en estos días hemos decido continuar con la tradición de este baile, pero en especial le hemos dado un giro donde le hemos sumado un mensaje muy especial y especifico; el cual es enviado a la misma comunidad y a los de afuera. No queremos más violencia de ningún tipo en nuestra comunidad; por lo que con nuestras tradiciones queremos protestar diciendo, lo único que deseamos es la paz y tranquilidad para todos”, dijo Daniel Chávez quien cumple este año 50 años de edad y 38 años de bailar dentro de la viejada.
La fiesta que da inicio con un desayuno ofrecido por habitantes de la misma comunidad, que piden el permiso para realizarlo en su misma casa al comité organizador, como muestra de apoyo a las tradiciones y ser parte de ellas.
El turno le tocó esta vez a Andrés Chávez, quien lleva 43 años viviendo en San Martín, y como residente oriundo de la población, tuvo el privilegio de ser esta vez el anfitrión de ofrecer los alimentos a los más de 60 bailarines, así como a más de 300 personas que llegaron a la casa del vecino a degustar del desayuno.
“Me siento muy orgulloso de haber sido en esta ocasión el anfitrión para el arranque de la festividad, queremos que la gente de afuera sepa que San Martín Cuautlalpan no solo es un lugar de secuestros, muertes, feminicidios, y robos. Que lamentablemente en el último par de años se nos ha estigmatizado con esto, queremos demostrar que nuestra gente es de tradiciones, es gente noble y sobre todo gente de trabajo. No somos tierra de violencia”, Dijo Andrés.
Los recorridos fueron seguidos por más de 400 personas, y conforme pasaron las horas, se sumaban más y más, hasta llenar las calles y llenarlas.
La Viejada de este año se caracterizó por la incursión de más jóvenes y muchos niños, los cuales dejaron las inhibiciones de lado, y caracterizándose de mujeres, dieron rienda suelta a sus dones, bailando con entre ellos, y de vez en cuando tomaban de la mano a los mirones para que bailaran con ellos.
“Me gusta mucho estar aquí, con mis hermanos y mi papá, es la segunda vez que salgo a bailar, mi papá me dijo que no es malo vestirse de mujer, además es parte de las tradiciones del pueblo y que él lleva 10 años haciéndolo, a mis hermanos también les gusta hacerlo, y mi mamá esta allá, viéndonos desde afuera y divirtiéndose”, dijo José Manuel, niño de 10 años de edad.
Con los 54 años que cumple la tradición de la Viejada este año; se han venido sumando gente de pueblos como Huejoculco, Cuautzingo, San Marcos Huixtoco, Miraflores; atraídos por las tradiciones, por lo que han llegado hasta el lugar para participar con San Martín.
“Espero que el objetivo se cumpla, de hacer jóvenes más sanos cada día, sacarlos de los malos pasos, y que se adentren a nuestras tradiciones, rescatarlos de todo lo malo, que vean y que aprendan que no todo es violencia, que nos ayuden a demostrar que Cuautlalpan no es lugar de muertos y secuestros. Que demostremos que lo malo no esta aquí, en nuestro pueblo”, culminó Daniel Chávez.