ECATEPEC, Méx.- Un hogar destrozado, un pequeño que extraña a su madre, la doctora Jessica, quien fue encontrada muerta en un paraje de Huixquilucan y cuyos crimínales aún siguen libres, dijo Juana, la madre de la víctima, quien clama  justicia y sigue luchando  para buscar más pistas  que ayuden en la investigación y  dar con el paradero de los asesinos que con saña  y crueldad le arrebataron la vida a su hija.

En conferencia de prensa que realizaron en Ecatepec, Juana Pedraza Benítez, acompañada de su esposo, Abel Sevilla Pacheco, dio a conocer que su vida cambió el pasado 5 de agosto de 2017, cuando su hija Jessica fue encontrada muerta luego que desapareció extrañamente  un día antes  después de estar en una gasolinera  ubicada en el paraje de San Antonio Xonacatlán.

Indicó que la doctora, madre de un pequeño que el pasado miércoles cumplió dos años, hijo de su primer pareja, salió de su domicilio en Otzolotepec, a bordo de su auto tipo Mazda, color rojo, con placas de circulación NAF-98-28, del Estado de México, con rumbo a su trabajo a donde nunca llegó.

Comentó que Jessica iba acompañada de su novio de nombre José Javier Rosales Mauro, quien apareció en un nosocomio con un impacto de bala en una pierna y  según su declaración logró escapar de dos delincuentes que se llevaron a su hija.

Lo inesperado ocurrió, platicó Juana, el día 5 de agosto fue encontrada su hija en el paraje El Hielo, en Huixquilucan, «desmembrada de un brazo, con las costillas rotas, le quitaron el corazón y un pulmón, le quemaron la cara con ácido, la golpearon y le dieron un balazo en el cráneo, así dejaron a mi Jessi, no sé por qué le hicieron tanto daño, aunque los peritajes arrojan que fue devorada por la fauna, sé que fue torturada y asesinada en otro lugar y dejada en esa zona boscosa».

De ese día y hasta la fecha,  recalcó, la vida de toda su familia cambió y han luchado para que se esclarezca el crimen de la mayor de sus cinco hijas, quien era médico general y ahora las  dos líneas de investigación que seguía la fiscalía, donde se vinculó a las ex parejas quienes rindieron su declaración y ante la falta de pruebas está  estancada, ahora pide  el apoyo de los pobladores de Xonacatlán, Huixquilucan y Otzolotepec, para que con su colaboración  de manera anónima puedan encontrar pistas   que puedas servir para dar con los feminicidas.

«Tengo que decir que la fiscalía ha realizado su trabajo,  pero al agotarse las pruebas se estancó la averiguación, pero quiero, con el apoyo ciudadano, encontrar nuevas pistas, porque los criminales conocían el lugar donde abandonaron el cadáver, además que el vehículo de mi hija tampoco ha aparecido y con datos nuevos podemos avanzar, por eso pongo a disposición el número telefónico 73-12-33-97 en la extensión 1006, para cualquier información que quieran proporcionarnos sobre el crimen de mi niña», reiteró Juana, acompañada también por titular de Jurídico Delos.

Recordó que su hija trabajaba en el Centro Médico de Metepec y en el nosocomio Vicente Guerrero, en Xonacatlán, a sus 29 años tenía muchos planes para sacar adelante a su pequeño, sin embargo  se los truncaron y ahora no pierde las esperanza de  que se haga justicia porque  teme también por la vida de su otras cuatro hijas.

Señaló que ya han transcurrido seis meses  del asesinato de  la doctora y sigue recibiendo todo el apoyo de la comunidad médica a nivel nacional e internacional, quienes están indignados con el artero crimen de Jessica, localizada a unos metros de la carretera federal Naucalpan-Toluca y que al igual que ella exigen justicia.

«No descansaré hasta que encuentren a los responsables que se ensañaron con mi hija y le causaron tanto dolor al quitarle la vida, porque tiene que haber justicia y lo haré por mi familia que está destrozada y sobre todo por mi nieto que quedó huérfano, quien al ver la fotografía de Jessica siempre  pregunta por su mamá», finalizó Juana, quien  junto con su familia llora la muerte de su hija.