La madre del pequeño fallecido exige que se mejore la atención en los hospitales.

CHIMALHUACAN, Méx.- 21 DE OCTUBRE DE 2015.- Dulce Rocío Ramírez sufrió una calvario en el hospital  «La Perla» del Municipio de Nezahualcóyotl, el cual termino con la muerte de su bebé a los 14 días de nacido por negligencia médica del personal del lugar.

El pasado 15 de febrero cerca de las 2:00 de la mañana,  Dulce ingresó al hospital con fuertes contracciones. Al ingresar se percatan que no había enfermos en el área de urgencias, por lo que asumió que sería atendida rápidamente, lo cual no fue así, ya que dos horas estuvo en el lugar sin ninguna atención.

Cerca de las 4:00 am un médico revisó a Dulce y le comentó que tenia que regresar a su casa por que solo tenía un centímetro de dilatación y que le faltaba mucho para que naciera su bebé, pero al revisar el expediente de Dulce el cual refería que su embarazo era de alto riesgo y presentaba ya 32 semanas de gestación, el médico decidió retenerla en el hospital.

Una vez ingresada a cuarto, Dulce fue preparada con medicamentos para detener las contracciones, pero los dolores iban creciendo cada vez más mientras los médicos dormían.

A las 6:00 de la mañana, ante los fuertes gritos de Dulce, los médicos llegan a revisarla y comentan que ya tiene 7 centímetros de dilatación, por lo que en el cuarto le revientan la fuente  y a los 20 minutos nació su bebé, un varón a quien no pudo ver por que se lo llevaron rápidamente por estar muy pequeño.

A las 4 de la tarde, Dulce fue dada de alta por los médicos, pero nadie le informaba dónde y cómo se encontraba su bebe sino hasta el otro día a la una de la tarde pudo ingresar y su hijo se encontraba en terapia intensiva, pero nadie le explicó por qué estaba en una incubadora abierta ubicada en un pasillo, cerca de la puerta de entrada donde se sentía una corriente de aire frío.

Al día siguiente, el 17 de febrero al regresar a ver su bebé en la hora de visitas, enfermeras le dicen que su hijo había sido trasladado al área de UCIM,  donde se encuentran los bebés más delicados, pero Dulce jamás fue notificada.

Al ingresar al área donde se encontraba el niño, se sorprende al verlo ya con sonda, cateter, ventilador y monitoreo, pero nadie le decía que era lo que tenía sus bebé.

Al día  siguiente, 18 de febrero, el esposo de Dulce ingresa a ver a su hijo y se percata que tiene transfusión de sangre, cosa que tampoco le fue notificada a la familia.

El 24 de se febrero, Dulce al ingresar a ver a su niño y se percata que el ventilador con el controlaban la respiración del pequeño se encontraba nuevamente al 100%,  por lo que asustada le comenta al médico de guardia y este al revisarlo les dice a los residentes que quien había movido el ventilador al bebé, respondiendo un enfermero que él había sido ya que lo había aspirado y era para estabilizarlo, » no vuelvas a hacer eso, el bebé no necesita tanta presión en los pulmones», comentó Dulce que fueron las palabras del médico.

El día 26 de febrero  a la hora de visita las palabras del doctor fueron: » Señora el niño va muy bien, ya se le va a dar de comer, va subiendo de peso, tiene la leche que le pedimos que le guardará, le vamos a dejar unos días más el ventilador por cualquier cosa».

Al regresar ese mismo día en la visita de las 11 de la noche, se percata que el bebé está sedado y minutos después  empieza a salivar mucho  y a respirar de una forma inusual, por lo que le solicita a la única enfermera que se encontraba en el lugar verificar quó le pasaba, refiriéndole que era algo normal por lo sedado del bebé y que ya tenía que retirarse porque ya habían pasado las horas de visita y que el médico al día siguiente les daría  el reporte, porque en ese momento no había ningún médico.

Dulce regresa a su domicilio en el municipio de Chimalhuacan cerca de las  12:30 am del  27 de febrero, cuando a los pocos minutos recibe una llamada de su suegra diciéndole que regresara al hospital rápidamente, al llegar ingresa al área donde se encontraba su bebé y el médico les dice que había tenido dos paros respiratorios.

Al ver al bebé en la incubadora, ésta se encontraba salpicada de sangre, el piso con sangre, la ventana con sangre y su hijo luchando por vivir.

Dulce enojada le explica al médico que horas antes le había dicho a la única enfermera que se encontraba en el lugar que el bebé estaba mal, que su respiración no era normal y  le respondió que era totalmente normal, a lo que el médico le respondió «usted no tiene por qué venir y culpar a la enfermera, esto no es culpa de nadie, así como llegan también se va».

Con un mirada triste, el niño se despedía de su madre, ya que el médico les dijo que solo los estaban esperando para desconectarlo del respirado, » lo tenían como un animalito ahí desangrándose», comenta Dulce con lágrimas en los ojos.

A las 4:05 de la mañana del 27 de febrero fue declarada la muerte del pequeño.

Al momento de ir a caja para paga la cuenta de la estancia de su bebé, se percata que le estaban cobrando 12  transfusiones de sangre  que nunca le notificaron que realizarían, y el único diagnóstico que los médicos le referían era que presentaba una ligera infección y se encontraba delicado por nacer prematuro.

Por último, en el acta de defunción se estableció que el bebé murió a consecuencia sepsis, hemorragia pulmonar de tres horas y neumonía Intrauterina, cosa que a Dulce jamas se le notificó que su hijo presentaba dichas complicaciones, por lo que denunció una negligencia médica por tantas fallas en el cuidado de su primogénito, falta de doctores, manipulación de aparatos por personal no  calificado, familiares mal informados por parte de los doctores y maltrato a los pacientes.

Aunado a la muerte de su bebe, Dulce estuvo a punto de morir tambien a los pocos días ya que presentaba muchos dolores, fiebre y hemorragias a consecuencia de que en el interior de su matriz le dejaron restos de placenta al momento de la operación y  que estaban por provocar una infección severa, la cual fue atendida rápidamente en otra clinica.

«Ya lo que haga no me va a regresar a mi bebé pero ojalá y esto sirva para que el gobierno revise el actuar dentro de los hospitales, y que otras familias no pongan la vida de sus hijos o pacientes en manos de estos médicos y hospital», finalizo Dulce.