ACOLMAN, Méx.- 16 DE DICIEMBRE DE 2016.- Falta de energía eléctrica, agua potable, servicio de telefonía, internet, incumplimiento por parte de la administración e incluso amenazas, sufren los habitantes de la unidad habitacional Casa Geo Misión San Agustín, ubicada en este municipio, a quienes les fueron vendidas las casas de intereses social a base en engaños.

Pobladores de esta unidad de cerca de 3 mil viviendas denunciaron una serie de irregularidades y situaciones que han vuelto que vivir en el mencionado conjunto sea una verdadera pesadilla diaria, ya que la constructora y la administración del fraccionamiento les han visto la cara durante 5 años.

El primero de los problemas fue el de la energía eléctrica, ya que hace algunos años no contaban con ella, pero a base de organización entre vecinos lograron que la Comisión Federal de Electricidad entrar a la unidad e instalara el servicio.

El agua potable es el más grande de sus problemas, ya que afirman que solo hay agua 3 horas al día, durante las cuales prenden las cisternas y el sistema de bombeo, el cual afirmaron está  conectado a un generador de diésel porque la administración no quiere que se conecten a la energía eléctrica, ya que es implicaría hacer contrato con CFE, lo cual no están dispuestos a hacer.

Sin embargo, afirmaron que sí entran pipas a la unidad para abastecer a la mitad de las casas, ya que son las que están habitadas, las cuales deben dar mordida a la administración para poder ingresar

Los vecinos mencionaron que han acudido ante el ayuntamiento de Acolman para solucionar esto, pero las autoridades aclararon que es la administración de la unidad a cargo de la empresa Postdata quienes no han querido entregar la documentación necesaria para arreglar esta y otras situaciones.

Asimismo señalaron que se han presentado ocasiones en las que los vecinos se reúnen para organizarse, pero camionetas con varios hombres a bordo pasan solo para amenazarlos si continúan haciéndolo, lo cual levanta muchas sospechas.

Otra situación que se presenta entre los vecinos que pagaron entre 300 mil y 700 mil pesos por sus casas, es el servicio telefónico y de internet, ya que quienes lo tienen lo contrataron por microondas, ya que la misma administración no ha permitido que ingresen al complejo; prueba de ello es que en la entrada se encuentran los cables de Telmex que supuestamente ya habían reportado lo necesario para operar dentro de la unidad.

Afirmaron que los problemas se acentúan en fechas clave, como diciembre o en días de reparto de utilidades, momentos en que los responsables de la administración se echan la bolita y nadie hace nada, incluso el ayuntamiento se ha mostrado renuente a acudir a supervisar lo que ocurre, a pesar de las decenas de manifestaciones que lo pobladores han hecho.

Añadieron que el único servicio que les proporciona Postdata, a través de la administración, es el corte del césped y la apertura y cierre de puertas de la unidad cuando salen o entran en auto, lo cual representa un costo mensual de 150 pesos por casa.

Por todos estos problemas los residentes ya han interpuesto denuncias ante el ayuntamiento, el gobierno del Estado de México y la Procuraduría Federal del Consumidor, pero hasta la fecha nadie ha hecho algo al respecto y se han cumplido 5 años de que los vecinos viven en una pesadilla diaria al no poder siquiera tener acceso a agua potable para las necesidades más básicas como la higiene personal o la preparación de alimentos.

Por otra parte, la administración a cargo de Postdata, empresa que estaba designada por Grupo Geo, ahora en quiebra, para hacerse cargo del funcionamiento de Misión San Agustín, opera con demasiadas irregularidades y en comisión de delitos, tanto en las amenazas como en lo que concierne a los servicios públicos y la documentación que se han negado a entregar a las autoridades.

Por todo esto, los vecinos esperan que las autoridades estatales actúen de manera rápida en vista de que el ayuntamiento de Acolman lleva 5 años sin apoyarlos, para que su calidad de vida sea la justa y que se cumpla con lo que se les prometió al adquirir su vivienda, patrimonio por el que muchos años se esforzaron.