Doña Martina vive un viacrucis desde el municipio de Tecámac, donde lucha para poder localizar a su hija Viviana que desapareció sin dejar rastro cerca de su trabajo en La Lagunilla en la Ciudad de México.
El 20 de junio del 2020, la vida de doña Martina cambio, por ser el día que su hija Viviana Lugo Pérez de 27 años de edad desapareció cerca del mercado del mercado de la Lagunilla, lugar donde tenía tres meses viviendo tras rentar un cuarto por encontrarse cerca de su lugar de trabajo.
Doña Martina no olvida, la última vez que vio a su hija, quien días antes de la desaparición, dijo la visitó y se quedó unos días con ella en su casa ubicada en Lomas de Tecámac, para disfrutar sus días de descanso que le otorgaron en el trabajo por la pandemia.
Precisó que tras terminar sus días de descanso, el 10 de junio del 2020 Viviana la mayor de sus cuatro hijos, salió de su casa rumbo a la Ciudad de México, sin imaginar que sería la última vez que la vería.
Sin embargo indicó, confirmó que ese día su hija si regresó a su casa en la CDMX y recalcó fue el 18 de junio del 2020, cuando entabló la última comunicación vía telefónica con ella.
Recordó que después de ese día, le envió varios mensajes, sin embargo su hija Viviana ya no volvió a contestarlos.
Fue el 22 de junio, que recibió la llamada de una de las amigas de su hija, pensando que la encontraría con ella y le informó que Viviana ya no se había presentado a trabajar.
Señaló, que se preocupó, al intentar contactarla a su celular, que ya se encontraba apagado, por lo que comenzó a buscarla, con amigos y familiares, que no tenían noticias del paradero de Viviana.
Luego de recibir la llamada del dueño del inmueble donde rentaba su hija, para que fuera por sus cosas, doña Martina se trasladó hasta ese domicilio cerca del mercado de la Lagunilla.
Pero se preocupó, al verificar que su hija no se había llevado sus documentos personales y ninguna de sus pertenencias.
Por propia voz del propietario del inmueble, supo que su hija salió de la casa el 20 de junio del 2020, sin embargo ya no la vio regresar.
Comenzó la pesadilla, aseguró, tras realizar la denuncia porque en el Centro de Justicia de la alcaldía de Azcapotzalco, no mostraron importancia a la desaparición e inclusive, para no realizar pronta búsqueda, inicialmente plasmaron en la ficha de desaparecidos que la joven se había extraviado en Tecámac, por ser el municipio donde su madre la vio por última vez, lo que ocasionó que doña Martina no pudiera efectuar la denuncia en la Fiscalía de su localidad , con el argumento de que ya existía la carpeta de investigación en la CDMX.
Precisó que ante la presión que ejerció, las autoridades capitalinas modificaron su error, pero sin apoyar a la búsqueda de la jovencita que como señas particulares tiene un tatuaje de una corona en el antebrazo izquierdo.
Su madre, no olvida que hace unos días se cumplieron dos años de la desaparición de su hija, a la que anhela encontrar, sin embargo las autoridades que no han realizado una ardua investigación y con el paso del tiempo , solo han olvidado el caso de Viviana que desapareció sin dejar rastro.