«Otra vez, ahora si está temblando», dice una mujer nerviosa entre la gente que sale apresurada de las oficinas, cuando apenas habían pasado unos minutos del simulacro para conmemorar los mortíferos sismos de 1985 y 2017.
La misma fecha del mes de septiembre, un movimiento telúrico puso en alerta al país, el terremoto de 7.7 alcanzó al Estado de México, las personas salieron de sus casas e inmuebles para ponerse a salvo este lunes.
En las escuelas los niños aún estaban en clases, empleados laborando, pero el sonido de la alerta sísmica volvió a sacar a las calles a las personas que, como pudieron, se aglomeraron en los espacios abiertos.
«Lo bueno que no pasó a mayores, solo fue el susto», murmura un hombre que -con desconfianza- regresa a su lugar de trabajo, ante el temor de que pudieran existir réplicas, autoridades descartaron daños.
Un relámpago sobrevuela el centro de la ciudad, por momentos algunas compañías telefónicas dejaron de funcionar, lo que incrementó la incertidumbre de la población, afectaciones mínimas fueron reportadas.
La similitud por la hora y día se escucha entre la multitud, «otra vez», en algunas colonias los altavoces no sonaron pero los mensajes de whatsapp u otra red social avisó a quienes no sintieron el sismo de este 19.
Las actividades se normalizan; sin embargo, las escenas de devastación y horror están presentes en la memoria de los mexicanos que cada mes patrio vienen a la mente para recordar un episodio negro en México.