Sin el apoyo de autoridades, una mujer del municipio de Tecámac sigue la imparable búsqueda de Viviana -su hija-que fue vista por última vez cerca del mercado de La Lagunilla en la CDMX, donde desapareció sin dejar rastro hace más de dos meses.
Martina vive un viacrucis luego de que autoridades han sido omisas y no la han apoyado con la búsqueda de su hija Viviana Lugo Pérez que misteriosamente desapareció el 20 de junio del año en curso por La Lagunilla zona donde solo tenía tres meses de haber rentado un cuarto para vivir, por estar cerca de su trabajo.
La madre con domicilio en la colonia Lomas de Tecámac, explicó que su hija que es separada y madre de dos hijos que viven con su ex pareja, solo tenía unos meses de haberse mudado a vivir a la CDMX, con el objetivo de gastar menos en pasajes y así ahorrar para poder ayudar más a sus retoños.
Desconsolada explicó que su hija la visitó y estuvo unos días en su casa, esto luego de que la empresa para la que trabajaba la había descansado por la pandemia.
Sin embargo, refirió que el 10 de junio fue el último día que la vio luego de que salió de su hogar para regresar al lugar donde actualmente vivía en la Ciudad de México.
«Todavía hablé con ella por teléfono el 18 de junio, pero me angustié por qué los días siguientes ya no logré contactarla y tampoco contestó los mensajes que le envié y que tenía la esperanza que después contestara», indicó.
Señaló, que el 22 de junio, la llamada de una de sus compañeras de su hija la preocupó, esto al saber que buscaban a Viviana y querían saber el motivo por el cual no se había presentado a trabajar ya que ese día reanudaban actividades laborales después del descanso por la contingencia por Covid-19.
«Comenzó la pesadilla» dijo la madre desesperada; ahí inició la búsqueda entre amigos y familiares que desconocían el paradero de la joven madre de 27 años de edad.
«Recibí la llamada del hombre que le rentaba el cuarto a mi hija, quien me pidió fuera a checar y recoger las cosas de mi niña, por lo que me traslade al lugar y solo nos dijo que la tarde del 20 de junio la vio salir, pero ya no la vio regresar», señaló.
Ante el temor de que su hija estuviera en peligro, recalcó que de inmediato hizo su reporte en Locatel.
Luego reiteró, se trasladó al Centro de Justicia de Azcapotzalco para iniciar la denuncia, pero aseguró comenzó su viacrucis, porque a pesar que su hija había desaparecido en esa alcaldía, en la denuncia se negaron a poner el verdadero lugar de su desaparición y para deslindarse del caso y no actuar, sin tomar en cuenta su declaración plasmaron en el documento y en la ficha que había desaparecido en Lomas de Tecámac.
«Solo argumentaron que porque la última vez que yo la había visto físicamente había sido en mi casa a pesar de que insistí que Viviana ya estaba viviendo por la Lagunilla y que fue vista por conocidos horas antes de su desaparición», narró.
Como le indicaron, también se presentó en la Fiscalía de Tecámac a solicitar apoyo y las autoridades le indicaron que ya no podían realizar otra denuncia porque ya existía una en la Ciudad de México y que no podían actuar hasta que la autoridad capitalina les solicitará una colaboración de ayuda de búsqueda.
Aseguró que las autoridades se han lavado las manos y no la han apoyado en la búsqueda y dejaron pasar tiempo importante que pudo servir para encontrar a Viviana que como seña particular tiene un tatuaje de una corona en el antebrazo izquierdo.
«Estoy desesperada y sé que algo le pasó a mi hija, porque ella no tenía novio y no se llevó nada de ropa, tampoco sus cosméticos y hasta dejó su credencial de elector, pero nadie sabe nada de ella, tampoco sus compañeros de trabajo», precisó.
Desilusionada de las autoridades de la Ciudad de México y del Edoméx asegura, la han ignorado y la han dejado sola sin apoyo en la búsqueda por falta de interés en el caso, insistió que continuará la lucha sola con el apoyo de su familia hasta localizarla.