En una semana, tres feminicidios arteros fueron cometidos en esta entidad, todos en municipios de la zona metropolitana, donde las víctimas fueron jovencitas que fueron ultimadas con suma violencia, dos de ellas registraron abuso sexual antes de su muerte.
El primer caso se registró el pasado el pasado 26 de julio, en la colonia San Mateo Cuautepec, en Tultitlán, cuando la joven Rosa Analí Aparicio Vega, de 23 años, caminaba por la calle Francisco Villa, casi esquina con José López Portillo, dirigiéndose a su internado en un hospital de la zona, y fue atacada por hombres armados.
Reportes oficiales indicaron que luego de un supuesto de asalto, la estudiante de la FES Iztacala fue asesinada de un disparo, versión que las autoridades tendrán que confirmar en los próximos días.
Compañeros y familiares de Rosa la describieron como alguien tranquila, por lo que no se explica cómo pudo ocurrir este crimen doloso.
Posteriormente, luego de que el jueves pasado se reportara como desaparecida la joven Mariana Joselín, de 18 años, tras salir a la tienda, lugar donde fue vista por última vez, el pasado viernes fue localizada sin vida, con señales de abuso sexual, al interior de una carnicería con razón social ‘Carnicasa, en Las Américas, Ecatepec.
Ante esto, vecinos y familiares levantaron la voz exigiendo justicia, y fue la tarde del sábado cuando se dio a conocer la identidad del supuesto asesino, identificado como José de la Cruz, alias ‘El Gúero’, quien trabajaba como ayudante en el local y desde ese día se encuentra desaparecido, por lo que autoridades ya lo buscan.
Posteriormente, la mañana de este sábado fueron hallados los cuerpos de una niña de 11 años y su padre, quienes fueron asesinados por un primo político y otros hombres, después de una fiesta.
Emily Honey y Roberto Martínez Ledesma son los nombres de las víctimas encontradas enterradas al interior de su casa en la colonia San Pablo Tecalco, luego de que el familiar identificado como Fredy, fuera detenido y confesara el crimen, sin que exista explicación para este.
Durante su confesión, el asesino dijo que la niña fue violada para después ser asesinada junto con su padre, cuyos cuerpos enterraron y al parecer intentaron calcinar en esta colonia de Tecámac.
Estos crímenes engrosan la ya de por sí enorme y penosa lista de feminicidios cometidos durante el año en el estado de México, entidad que al parecer no dejará el primer lugar en este rubro, donde de manera preocupante los asesinos se encuentran en las primeras filas de personas cercanas a las víctimas que al parecer, como ocurre regularmente, no recibirán justicia por parte de las autoridades encabezadas por el saliente gobernador Eruviel Ávila.