Buscará ser la tercera generación de la dinastía del Mazo que gobierne la entidad

TOLUCA.- Méx. 26 DE ENERO DE 2017.-El diputado Federal, Alfredo del Mazo Maza se “destapó” para contender por la candidatura del Partido Revolucionario Institucional a la gubernatura del Estado de México al solicitar licencia a su cargo e inscribirse al proceso interno.

El priísta, primo del presidente Enrique Peña Nieto, hijo del ex gobernador Alfredo del Mazo González y nieto de otro mandatario estatal, Alfredo del Mazo Vélez, dejó la curul en San Lázaro en busca de ser la tercera generación de la dinastía del Mazo que gobierna la entidad, por ello, se espera que mañana acuda al Comité Directivo Estatal del PRI para hacer de forma oficial el pre registró.

El junior quiere ser gobernador, su abuelo Alfredo del Mazo Vélez, lo fue, su padre, Alfredo del Mazo González, también, ahora buscar ser candidato del desgastado priismo y sobre todo del emblemático grupo de Atlacomulco, opción que hace seis años se le fue de las manos.

En uno de los momentos más complicados para el PRI, por el caótico desplome de la figura presidencial frente a la ciudadanía, se apostará a la estirpe y uno de los apellidos con más influencia en suelo mexiquense con la intención de poder conservar el último gran bastión del tricolor.

Agradezco a quienes creen en mí. Conozco mi estado y lo q la gente quiere y piensa. Estoy listo para afrontar y superar los retos q tenemos.

— Alfredo Del Mazo (@alfredodelmazo) 26 de enero de 2017

Con emoción les comparto que solicité licencia como diputado, para buscar ser candidato del @PRI_EDOMEX al gobierno del #Edoméx.

— Alfredo Del Mazo (@alfredodelmazo) 26 de enero de 2017

Del Mazo Maza se ha desempeñado como presidente municipal de Huixquilucán, director del Banco Nacional de Obras y Servicio Públicos, actualmente legislador en el Congreso de la Unión, cargos públicos en los que ha referido ha entregado buenas cuentas en la última década.

Las encuestas en el papel lo favorecen, sin embargo, su partido se encuentra en uno de los peores niveles de aceptación al estar en el ojo del huracán por los escándalos de corrupción pero sobre todo por el rechazo a Peña Nieto por sus desaciertos como el tema del llamado gasolinazo.