Guillermo David conducía su taxi cuando desapareció en calles del poblado de Ciudad Cuauhtémoc, municipio de Ecatepec, sus padres que sufren su ausencia y llevan más de tres años buscándolo.

Desde el 22 de septiembre del año 2017 la vida de la familia de doña Dionisia cambió luego de que su hijo Guillermo David Ramírez Pelcastre, que se desempeñaba como taxista desapareció al salir de su base rumbo a su casa a donde ya no llegó.

Su madre precisó que ese día su hijo Guillermo que conducía un auto tipo Pointer blanco, modelo 2009, habilitado como taxi que no portaba placas y solo traía un permiso de circulación terminó su jornada laboral y salió de la base  conocida como «Tepochcalli», ubicada entre avenida Gavilondo Soler y Akenatón, rumbo a su domicilio en Barrio 3.

La preocupación aumentó al ver que su hijo que tenía poco trabajando como taxista ya que antes era repartidor de tortillas no regresó a su casa y tampoco lograron contactarlo a su celular que ya se encontraba apagado.

Inició el viacrucis para la familia que comenzaron la búsqueda y lo único que supieron esa noche el taxista que tenía en ese entonces 20 años de edad y que vestía pantalón de mezclilla, sudadera con gorra color gris claro, playera tipo Polo azul cielo, así como tenis blancos, era seguido por desconocidos que viajaban en unos vehículos Bora.

Los padres de trasladaron al Centro de Justicia para realizar la denuncia por la desaparición pero las autoridades fueron omisas y no le tomaron interés al caso.

Lo que provocó dejarán pasar días prioritarios para su localización y al solicitar los videos de la cámaras conectadas al C5, para verificar las vialidades por las que Guillermo pudo hacer circulado, las imágenes ya se habían borrado.

Aunado a que durante un año derivado del desinterés de las autoridades no se obtuvieron pistas que ayudarán para lograr localizarlo.

La pesadilla continúa para la familia que ha recorrido varios municipios y los estados de  Cuautla, Cuernavaca, Chilpancingo, Acapulco, Guerrero, Semefos, cárceles, hospitales  y han participado en caravanas y marchas en busca de Guillermo con la esperanza de encontrarlo, porque el auto donde viajaba tampoco ha sido localizado.

Las autoridades ofrecen una recompensa por su localización, sin embargo han pasado más de tres años de su desaparición  y como si se lo hubiera tragado la tierra no hay rastro de su paradero, pero sus padres que sufren su ausencias no parará la búsqueda hasta encontrarlo.