La doctora Índira Gallegos tenía 33 años, era residente en el Centro Médico Siglo XXI y el pasado 11 de enero fue encontrada sin vida bajo circunstancias extrañas en la colonia Santa María la Ribera, alcaldía Cuauhtémoc.
Índira Alejandra Gallegos Zepeda, originaria de Chihuahua, dejó de responder mensajes y llamadas el 10 de enero, por lo que su familia pidió ayuda para reportarla como desaparecida; la fiscalía emitió una ficha de búsqueda, pero un día después fue localizada.
En el lugar, además del cuerpo de la joven profesionista se encontraron varias jeringas y medicamentos que contenían fentanilo.
De acuerdo con el periodista Antonio Nieto, Indira habría sustraído fentanilo del hospital, presuntamente con la intención de inyectárselo. Cuando fue encontrada, tenía una liga amarrada al brazo y había una jeringa tirada.
Detalló que la Policía de Investigación concluyó que ‘estaba deprimida por haber terminado una relación y la distancia que había entre ella y su ex’, lo que respaldaron supuestamente con el análisis de mensajes, cartas y publicaciones en redes sociales previas al hallazgo.
En redes sociales, usuarios, colectivos feministas y asociaciones se volcaron para exigir justicia por la muerte de Indira e incluso hubo quienes señalaron a su novio de estar involucrado; no obstante, la propia familia aclaró que confiaba en el hombre y que de ninguna manera tenía algo que ver en la muerte de la doctora.
El cuerpo de Índira Alejandra será entregado en las próximas horas a su familia que llegó a al CDMX desde el norte del país, para trasladarlo a su lugar de origen.