«Soy madre y mi hija se encuentra desaparecida, ayúdenme a a encontrarla», implora Marina Romanova después que la menor de 16 años fue privada de la libertad en su escuela en la colonia Villa Hogar, en Toluca.
El sábado 28 de septiembre, Kristina Vladimirovna fue ‘levantada’ en el Instituto Educativo España, en la capital mexiquense; término coloquial para referirse a las desapariciones forzadas, desde entonces nadie sabe de ella.
«Es víctima de trata de personas y el gobierno lo sabe, hasta el momento ninguna búsqueda fue iniciada para salvarla, responsabilizó a las autoridades demandadas de lo que pase», reprochó la mujer.
El mensaje de la mamá difundido en un video disparó la alarma ante el desinterés que ha recibido por parte de la Fiscalía General de Justicia estatal y la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, incluso los demandó.
Ella asegura que la adolescente fue plagiada por funcionarios del DIF de la entidad; sin embargo, en realidad son tratantes de personas, ha pedido el apoyo de la gobernadora morenista a través de tres cartas.
El desaparecer es lo peor que le puede suceder a una familias, el no saber, si siquiera se encuentra viva, si come, si sufre, hoy es lo que está viviendo la extranjera con nacionalidad mexicana, ha vivido lo peor las últimas horas.