Antes que nada, agradezco al director de este proyecto, Gabriel Salazar, por el espacio que abre a esta columna de análisis, con la cual solo buscamos abonar al debate y transparencia en los temas torales que se discuten en la entidad y que tienen que ver con los círculos de poder, en eterna pugna por el estado de México… pasó a lo siguiente.
A dos meses de que el gobierno que encabeza Alfredo del Mazo Maza asumió el control de la administración mexiquense, las expectativas de cambio y mejora en muchos sectores y rubros de la administración pública, parecen desmoronarse poco a poco ante la evidencia cada vez más clara de que tendremos otros seis años de lo mismo, no importando el terreno que pisemos.
Si bien el Plan Estatal de Desarrollo 2017-2023 apenas entró en una incipiente fase de construcción, las oportunidades que ha tenido Del Mazo para dar un manotazo en la mesa y mostrar que la fuerza con la que promocionó su campaña (¿recuerdan el puño cerrado en alto?) iba en serio, se han desdibujado con decisiones que evidentemente no van detrás de un cambio que mejore el estado de las cosas, sino que busca, evidentemente, garantizar la permanencia incólume de las mismas.
Más allá del discurso que ofreció en el Teatro Morelos tras su toma de protesta y la creación de más burocracia con la incorporación de nuevas secretarias al gabinete, los visos de cambio en la entidad mexiquense se han esfumado frente a un mandatario frío, estático y lejano, pero que sigue en campaña.
Sí, Del Mazo Maza ya está de nuevo en campaña, eso lo demuestran los 15 eventos masivos que ha encabezado en municipios “claves” para la logística electoral del PRI, con la entrega masiva de despensas, pólizas de seguro popular, kits de herramientas, escrituras y apoyos para el campo, además de promesas, muchas promesas. Las mujeres de municipios marginados, los indígenas y campesinos de los municipios que concentran el “bono de pobreza” con el cual el PRI gana elecciones, están en las prioridades en este momento. También podemos decir que está en campaña, porque en el informe de septiembre sobre el avance de los programas sociales que se entregó a la Legislatura, presentaba un avance de entre 0 y 10% en el ejercicio de los fondos de programas diseñados para mujeres, es decir, traducido, que se guardaron deliberadamente, para la operación electoral del gobernador, previo al arranque de precampañas dentro del proceso para renovar el Congreso Local y los 125 ayuntamientos que ya esta en marcha, justo como lo hizo Eruviel Ávila hace un año en proceso para renovar la gubernatura, cuando también en septiembre, arrancó las entregas masivas acompañado por funcionarios federales. Ahora las entregas de Del Mazo, se han intensificado en municipios estratégicos como Ecatepec, Tejupilco, Tultitlán, Zumpango, Ixtlahuaca y Almoloya de Juárez En total 15 municipios.
Pero en el recuento de los “no logros” de estos dos meses de gestión, tendríamos que mencionar además la profunda crisis del sistema penitenciario estatal, la crisis en materia de derechos humanos y la grave inseguridad que afecta al estado de México, donde las cifras más recientes dadas a conocer por el estudio ENVIPE del Inegi, arrojó que el 90.3% de los mexiquenses se sienten inseguros y que la cifra negra de delitos en Edomex supera los dos millones, mientras que el índice delictivo creció en 10.4% en solo un año, sin contar que Edomex ocupa los primeros lugares en delitos que se cometen con pistola en mano (61.7%). Por si fuera poco, el IMCO reprobó al gobierno mexiquense en los índices de transparencia gubernamental y en el de información del ejercicio al gasto.
No obstante este diagnóstico, no existe un solo indicador que permita establecer que la nueva administración busca meter reversa. Las maniobras de la gestión delmacista para asegurarse el control del nuevo Sistema Anticorrupción (infiltrando a un viejo subalterno en el comité ciudadano anticorrupción), son tan contundentes que ponen el punto final a cualquier aspiración ciudadana o empresarial de mejora, mientras que a nivel de políticas de comunicación los resultados son nimios.
Por lo que hace al panorama electoral, comienza a delinearse con la luz verde que se concedió al dirigente estatal del PRI, Ernesto Nemer Álvarez, para la construcción de una alianza o candidaturas comunes en las 45 diputaciones y 125 municipios que estarán en juego. Habrá que esperar si el tricolor le apuesta a nuevas fórmulas o a la reelección en algunos casos, todo indica que el trato será diferenciado a partir de las evaluaciones previas que se hagan por municipio y distrito… no habrá mucho para donde hacerse, pues lo que es un hecho, es que el desprestigio del PRI es descomunal y que a estas alturas la compra masiva del voto, como ya vimos, será nuevamente la apuesta sin duda…
Hasta la próxima.
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