VIDEO: ‘¡Despierta, Lalo!’; chofer y ayudante son asesinados en el camión donde trabajaban

Fotos: Tristán Velázquez

Los claxonazos y el organillero no cesaron frente a la Central de Abasto de Iztapalapa, mientras policías y elementos del Ejército resguardaban el autobús de la ruta 27, donde fueron asesinados dos hombres.

“El autobús ya estaba encendido y se escuchaba cómo el acelerón y pues se nos hizo raro, en eso llegó la esposa y se subió, pero dio un grito muy fuerte y por eso nos acercamos, ya estaban muertos”, explicó un habitante.

De acuerdo con testimonios de personas que trabajan sobre Canal de Churubusco y Hualquila, en la colonia San José Aculco, el doble homicidio debió ocurrir antes de las 5 de la mañana cuando ellos llegan a esa zona a trabajar, por que desde esa hora estaba encendido el camión.

Se trata de José Eduardo, el conductor de la Ruta 27, y su ayudante José Guadalupe, el primero fue hallado al volante y el segundo en las escaleras de la entrada del camión, ambos con impactos de bala en el cráneo.

Hasta ahora se sabe que, una vez que se registró el ataque a balazos, los cuerpos quedaron ensangrentados en el vehículo, mientras que alguien se percató de lo ocurrido y avisó a familiares, por ello llegaron uno a uno al sitio.

“En esta zona siempre asaltan, los sujetos corren hacia las calles y se pierden, pero estos de la ruta 27 se estacionan aquí en lo que van saliendo, pero luego se emborrachan y entre ellos mismos se pelean”, explicó una vecina.

Tras el hallazgo, la zona se llenó de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), sector Granjas, así como paramédicos, pero ya nada pudieron hacer por los hombres.

La zona fue acordonada y resguardada, mientras de fondo sonaba el organillero con “Hermoso Cariño”, la esposa de “Lalo” lloraba al pie del camión.

También el hijo de Guadalupe llegó al sitio, aseguró que él se hará cargo de los gastos para que su papá no termine en la fosa común.

Los uniformados se dedicaron a recabar testimonios y pedir imágenes de cámaras particulares para ver si alguna captó la huida de él o los agresores.

Antes de las 10 de la mañana y en medio de más de una treintena de familiares, uno a uno bajaron los cuerpos de las víctimas.

“¡Despierta Lalo, por favor despierta!”, se escuchó gritar a la esposa del conductor, mientras su cuerpo era ingresado a la ambulancia fúnebre.

Hasta ahora, las autoridades no han informado sobre alguna detención por este doble homicidio.