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CARTAS DEL DOLOR: Ceci, ahora cumplimos siete Navidades sin ti

POR: / 28 de diciembre de 2024

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Ceci, ahora cumplimos siete Navidades sin ti y pesa tanto cada una de ellas.

 

NAVIDAD DESDE LAS VOCES DE LA AUSENCIA/VERÓNICA VILLALVAZO (FRIDAGUERRERA)

Brenda Cecilia Guzmán Nava, a quien cariñosamente llamaba su familia Ceci, nació el 16 de octubre de 1996 en la comunidad de Maravatío del Encinal Salvatierra, Guanajuato, era hija de Francisco Guzmán Camargo y de Imelda Nava Arreguín.

Yuli, hermana de Ceci, recuerda «un día, mi papá se encontró, un colibrí tullido (que está imposibilitado para moverse, o para mover alguno de sus miembros) debajo de un mezquite y lo envolvió, cuando abrimos la sábana, el colibrí voló a mi papá entonces, se le ocurrió comenzar a decirle a Ceci ‘Chuparrosita’, porque decía que se parecía a ese colibrí, y en ese momento Ceci se convirtió, para toda la familia en la Chuparrosita, y así le decíamos de cariño, la Chuparrosa.

La pequeña “Chuparrosa” estudió preescolar, primaria y secundaria en su comunidad. La preparatoria, la realizó en Salvatierra, Guanajuato, pero cuando llegó el momento, se fue a la ciudad de Celaya, donde estudió Psicología en la “UNIVERSIDAD DE CELAYA”. más conocida como UNI.

Ceci pernoctaba de lunes a viernes en Celaya.  Imelda, la madre de familia, estaba enferma, situación que mantenía a Ceci cerca de su casa, solo la separaban 40 minutos, por lo que en ocasiones iba y venía de la universidad a casa.

El 17 de octubre de 2018, la familia refiere que todo parecía normal, jamás imaginaron la pesadilla que estaba a punto de empezar. Ese día, la pequeña «Chuparrosa» fue encontrada asesinada en su casa, en Celaya, Guanajuato. Hasta el momento, las autoridades ni siquiera les han dado pistas de quién o quiénes puedan ser los responsables de tan espantoso crimen.

Yuli redacta un año más las líneas de amor y dolor que, aunque pasan los años, no cede el dolor, al contrario, se agudiza. Y las lágrimas, para dejarlas brotar, hay que esconderse para evitar que el resto se dé cuenta que, duele y cala.

“Querida Chuparrosa:

Ceci, mi amada niña, daría todo por no escribir esta carta hoy. Pensé que al pasar de los años sería más sencillo, pero me equivoqué, cada día duele y pesa más tu ausencia.

Este año, muchos papás y hermanos les han escrito a todas esas mujeres que, como tú, un día nos fueron arrebatadas. Hoy te escribo yo, porque tú, siempre decías que, yo era muy parecida a mi papi, y por eso te sentías segura, y, “protegida” a mi lado.

Qué ironía, tú te sentías protegida y eso fue precisamente lo que no pude hacer, protegerte.

Ceci, ahora cumplimos siete Navidades sin ti y pesa tanto cada una de ellas. La primera fue difícil para todos, pero llorábamos y lo decíamos. Ahora solo veo en nuestros rostros una tristeza inmensa, que disfrazamos con sonrisas de esperanza.

Ahora no brotan lágrimas de nuestros ojos, intentando ser fuertes el uno, para el otro, pero por dentro, sé que, estamos destrozados.

Mi niña, las luces ya no brillan igual, el arbolito, por más decorado que esté, no es tan bonito como el de hace ocho años, pues, le falta la alegría y el color que le daba el hecho de estar juntos.

Ceci, sé que estás en un lugar mejor, sé que estás con mi papi y que desde el cielo pueden cuidarnos, sin embargo, me gustaría tenerte aquí a mi lado. Quisiera que esto fuera una pesadilla, y poder despertar pronto; es duro no poder tener un cierre. Es doloroso que tu asesinato, quede impune, y es insostenible la vida sin ti.

Sé que Dios te hará justicia y a eso me aferro, me aferro, a esta familia de voces de la ausencia, donde aunque todas están rotas, siempre encuentran una palabra de amor y consuelo, siempre de la mano con nuestra FRIDAGUERRERA, me aferro a nuestra familia, que aun, cuando está rota siempre intentan arroparme, me aferro a tu recuerdo, ese que nadie, ni siquiera ese maldito asesino que,  anda por ahí disfrutando su vida puede arrebatarme; me aferro al amor que te tengo, y siempre te tendré, hasta el día que deje de respirar.

Nunca dejaré de recordarte que.

“Nuestro amor es como el viento, no lo vemos, pero podemos sentirlo”
Con amor, Yuli”.

 

Diciembre 2024.

 

Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo de una mujer víctima de feminicidio, desaparición o intento de feminicidio, búscame, ayúdame a visualizarlas y contar su historia. Voces de la Ausencia.

P.D. Cada uno de los textos expuestos en este espacio, son con autorización y acompañamiento de las víctimas. Porque sólo somos, la extensión de su grito de justicia.

@FridaGuerrera

@vocesDLAusencia

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