Las imágenes que se han difundido masivamente este día no pueden ser más ilustrativas de lo que ha sido y probablemente será el proceso electoral en el Estado de México.
Cientos de cabezas de cerdo fueron regadas durante la madrugada de hoy sábado en diferentes puntos de la entidad, especialmente en lugares donde se instalarán casillas de votación y en oficinas de Morena.
El mensaje es que la las elecciones han sido y serán un ‘cochinero’ absoluto.
Hemos visto el uso electoral de los recursos públicos, compra de voto, guerra sucia, fallas del órgano electoral, acciones para generar miedo y confusión y todos los ingredientes de una elección de estado.
Todo esto ha ocurrido sin que haya consecuencias legales de ningún tipo. Este es el verdadero cochinero, las cabezas de cerdo sólo fueron el retoque decorativo.
El Edomex se juega su futuro en este ambiente alterado desde el propio gobierno que busca sembrar miedo y confusión para rescatar a un candidato que funcionó, que no convenció ni a los propios priistas de base.
Sólo el voto apabullante de los ciudadanos puede revertir este cochinero, si los ciudadanos logran superar la apatía que caracteriza a los mexiquenses, el tenebroso escenario se volverá una fiesta.
Todos esperamos que vivamos una elección en paz y con respeto a las reglas de la democracia, pero es difícil que en este escenario tan corrompido.
Lo que está en juego es mucho más que el poder en el estado de México, esto es el preámbulo de la disputa por la Presidencia de la República y los niveles de confrontación entre las fuerzas políticas ya desde ahora es preocupante.
Peña Nieto, coinciden columnistas muy informados, no está dispuesto por ningún medio a ceder el Estado de México y lo que ha estado ocurriendo corrobora dicha postura.
Pero no hay poder más grande que el de los ciudadanos, aquí y en cualquier parte del mundo. La participación masiva de la gente en las urnas es más fuerte que cualquier gobierno y que cualquier partido.
Ha llegado el momento de que los mexiquenses hagamos uso de ese poder. Vayamos a votar y expresemos con contundencia lo que queremos para el futuro de nuestro estado. Dejemos de ser los manipulables de siempre, dejemos nuestra apatía, dejemos el miedo, decidamos nosotros no en Los Pinos.