El mismo día en que se celebró el primer debate oficial entre candidatos a la gubernatura del Estado de México, las encuestas de Reforma y Mitofsky confirman lo que habíamos comentado en este mismo espacio.
En este momento la rival a vencer en el Estado de México es la candidata de Morena, Delfina Gómez Álvarez, quien adelanta por un punto al junior de la dinastía Del Mazo.
Confirman también la caída irremediable de la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, quien muy probablemente terminará en un vergonzoso cuarto lugar, si las tendencias se mantienen.
De igual manera, si las cosas conservan la misma dinámica, el candidato del PRD, Juan Zepeda Hernández, puede meterse de lleno a la pelea por la gubernatura, ya que aun faltan cinco semanas para la elección y es el único de los candidatos que registra un crecimiento sostenido en las mediciones.
Las tendencias son el indicador más fuerte de cualquier elección, las encuestas sólo muestran una fotografía del momento en que fueron levantadas, pero las tendencias indican el movimiento de la opinión pública en contra o a favor de cada candidato.
Josefina Vázquez Mota, del PAN, ya no podrá revertir esa tendencia negativa que arrastra desde el mismo momento en que fue designada.
Delfina Gómez Álvarez vive el llamado ‘efecto teflón’ que consiste en que toda la guerra sucia desplegada en su contra desde el aparato oficial, hasta el momento se le ha resbalado. Eso debe tener muy preocupados a los asesores y estrategas del PRI, desesperados por encontrar la mentira o verdad que haga mella en la candidata de Andrés Manuel López Obrador.
De no hacerla tambalear en los próximos días, muy probablemente la texcocana se imponga en las urnas el próximo 4 de junio.
Otro fenómeno interesante de esta campaña es que el que todos daban por muerto revivió desde el primer debate en Televisa. Juan Zepeda ha confirmado que es el mejor candidato de los cuatro contendientes. Ha mostrado preparación, propuestas bien enfocadas, carisma y naturalidad.
Sigue cargando con el pesado lastre que representa el PRD, pero aun le queda mucho tiempo a la contienda y un par de impactos favorables a nivel mediático lo podrían meter de lleno a la lucha por la gubernatura, no hay que descartarlo.
Alfredo del Mazo sigue en lo suyo, cooptando a la gente necesitada con toda clase de dádivas para alcanzar los votos suficientes que le permitan ganar la elección aprovechando el voto fraccionado entre los candidatos de oposición.
En el debate de esta noche prevalecieron las acusaciones contra Delfina Gómez, especialmente de la candidata del PAN, Josefina Vázquez, quien parece que está haciendo el trabajo sucio del PRI.
Ninguna propuesta brillante, ninguna idea nueva que vislumbre una posible solución a los graves problemas que enfrenta el Estado de México, principalmente en inseguridad.
Alfredo del Mazo se vio actuado, cínico, hablando de resolver los mismo problemas que su partido y él mismo han provocado y agudizado en la entidad mexiquense.
La profesora Delfina siguió en el mismo tenor del primer debate, sin recursos para hacer frente a los señalamientos que le hicieron y sin capacidad para expresar con claridad sus propuestas. Le falta dicción y capacidad de argumentación, evidentemente no está acostumbrada al debate ni a los foros que ahora tiene.
Juan Zepeda bajó su nivel, permaneció mesurado y expresándose con claridad, pero le faltó contundencia en sus señalamientos y creatividad en sus propuestas.
Los candidatos del PT e independiente no figuran, Oscar González trató de ser hábil y crear polémica aseverando que mandará a la cárcel a Eruviel Ávila y Enrique Peña Nieto, pero su credibilidad es nula.
La moneda está en el aire, quedan cinco semanas para la elección y lo mejor (y peor) de la contienda está por venir.