FOTOS: Tristan Velázquez
Le decían “La Comadreja”, hacía mandados a los comerciantes para ganar dinero o el taco y a diario iba con su cuatito el de los periódicos, quien le prestaba el ‘Metro’ para enterarse de lo que pasaba.
“Platicábamos, me pedía el Periódico, ese le gustaba mucho y se lo leía todo, por eso se lo traje”, explicó su amigo, tras aventarle su periódico al lugar donde terminó sus días. El llanto no lo dejó hablar más.
Y es que el último día que se le vio a Armando fue el domingo, hizo algunos mandados a los comerciantes de Calzada Ermita Iztapalapa y Javier Rojo Gómez, en Iztapalapa.
Fue hasta hoy que una mujer pasó por la esquina, frente a la peletería y al ver hacia un registro sin tapa se dio cuenta que estaba “La Comadreja”, merodeado por moscas.
Fueron los señores de la paletería, quienes llamaron a la policía, en pocos minutos el lugar se llenó de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y rescatistas.
Por Armando de unos 35 años de edad nada se pudo hacer, según sus compañeros de batalla, a veces le daban convulsiones y temen que le dio una en el registro en el que a veces dormía y murió.
Mientras la zona era acordonada y resguardada, la gente rumoraba que había muchos dándole atención a “La Comadreja”: ‘Ya para qué, cuando estaba vivo nadie lo ayudó’, sentenció una mujer señalando a las autoridades.
Fueron más de 20 personas las que participaron en el rescate del cuerpo. Al sitio llegó una amiga de toda la vida y aseguró que buscará pos medios para que le entreguen el cuerpo de “La Comadreja” y no termine en la fosa común.