Elia, dos Navidades sin ti.
La vida se ha vuelto tan difícil, ya solo quedabas tú, en quién podíamos contar y ahora ya no estas.
NAVIDAD DESDE LAS VOCES DE LA AUSENCIA/VERÓNICA VILLALVAZO (FRIDAGUERRERA)
Elia Salinas Alcántara nació el 1 de mayo de 1955, hermana de Raúl, Carmen, Guadalupe, Socorro, Lidia, Lourdes y Jorge, hijos de don Marcelino Salinas y doña Esther Alcántara. Todos nacidos en Toluca, en el Estado de México. Una familia de aquellas que dejaron de existir, con valores, educación y respeto, formados por un matrimonio que toda su vida trabajó para obtener un patrimonio, que diera, certidumbre a sus hijos.
El 5 de agosto de 2023, su sobrino Carlos Alberto Salinas Alcántara, aprovechando la confianza que le tenía, tocó a su puerta, y una vez que la indefensa mujer, ahora de 68 años, enferma de Parkinson, le permitió el acceso. De manera intencional dejó abierta la puerta del domicilio, para permitir el ingreso de dos sujetos más, quienes son identificados como Jorge Luis Pichardo Granados y José Bertín Munguía Garduño. La asesinaron en el lugar más seguro, que deberíamos tener, su casa.
Los miserables Carlos, Jorge y José, el pasado 30 de septiembre de 2024, recibieron sentencia por feminicidio, de 70 años para Carlos, 62 años para José y 62 para Jorge.
Elia fue una doctora excepcional que dedicó su vida al servicio de los demás en el Instituto Mexicano del Seguro Social, en la clínica 220 de Toluca. En su consultorio siempre había un rincón de esperanza para quienes más lo necesitaban. Durante las Navidades, su espíritu generoso llenaba de regalos, y adornos, los corazones de las familias menos favorecidas, y compartía sonrisas que iluminaban, incluso, los días más oscuros. Para su familia, fue más que una doctora; fue una presencia constante, una mujer que, con su calidez, los curaba. No solo las dolencias físicas, sino también las del alma. Era una hija amorosa, una hermana creativa, una tía que les hacía reír, y una profesional comprometida con su vocación de sanar.
En esta ocasión, quien expresa toda la soledad que, han vivido desde entonces, es Josy, sobrina de Elia. Con el amor, cariño. Y el dolor, que los asesinos dejaron en sus vidas.
Para Elia:
“La vida se ha vuelto tan difícil, ya solo quedabas tú, en quién podíamos contar y ahora ya no estas.
Este año, ya no haremos la comida que te preparábamos en Navidad, ni estarás, en el cumpleaños de A.
No llegarás, hablando en voz alta con los regalos, y alabando lo rico de la comida y los postres. Jamás podremos darte ese strudel de manzana que nos pediste. Y es que, tu ausencia pesa tanto a veces; y no solo tu ausencia. Sino, la de todos aquellos que nos hacían una familia.
Ahora me siento tan sola, tu ausencia vino a completar esa soledad, pero además llena de dolor, ese dolor que provoca el saber, cómo te arrebataron la vida.
Quiero que sepas que, siempre preparábamos la comida, con mucho amor, sabiendo; que ibas a venir a pasarla con nosotros, y es una lástima, que no estés más aquí. Gracias por tanto amor, gracias por creer en mí, e impulsarme, solo espero que, puedas descansar en paz”.
Tu sobrina Josy
Diciembre 2024.
Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo de una mujer víctima de feminicidio, desaparición o intento de feminicidio, búscame, ayúdame a visualizarlas y contar su historia. Voces de la Ausencia.
P.D. Cada uno de los textos expuestos en este espacio, son con autorización y acompañamiento de las víctimas. Porque sólo somos, la extensión de su grito de justicia.
@FridaGuerrera
@vocesDLAusencia